DISEÑAR CON LA LUZ
EL COLOR DE LA LUZ
La luz del sol varía su temperatura de color dependiendo de la hora del día, de la presencia o ausencia de nubes, de la estación del año y de la situación geográfica en la que nos encontremos.


En la iluminación de un espacio tenemos que tener un especial cuidado en la elección de las fuentes de luz, ya que el color y la intensidad de la luz que producen tienen un importante efecto en nuestros biorritmos. Pues, son éstos los factores que regulan nuestros ciclos de día-noche y vigilia-sueño.
Hablamos de tres tipos de luz basándonos en la temperatura de color: luz fría, luz neutra y luz cálida. Cada una de ellas actúa de manera diferente sobre nuestro cuerpo regulando nuestros biorritmos.
Por eso, dependiendo del uso del espacio a iluminar, tendremos que usar luz cálida, luz neutra o luz fría, o una combinación de ellas, para respetar al máximo nuestro cuerpo y, nuestra percepción de los espacios y objetos.
Vamos a ver, brevemente cada una de ellas, cómo nos afectan y dónde utilizarlas.

LA LUZ FRÍA
La luz fría, con una temperatura de color de entre 5000-6500 grados Kelvin (K), se corresponde con la luz de las primeras horas del día, la que nos provoca una activación generalizada del cuerpo. Por lo que estaría recomendada para espacios en los que se realicen actividades en las que se requiera a una máxima coordinación, mayor capacidad de reacción y mayor eficiencia cardiovascular y muscular.
En una vivienda, uno de esos espacios sería la cocina, ya sea en las zonas de trabajo, bajo armarios, en la iluminación general y sobre la mesa.
Esta iluminación deberá tener un índice de reproducción cromático (I.R.C. o C.R.I.) lo más cercano posible a 100, para una mejor reproducción de los colores, ya que la utilización de luz cálida o de bajo I.R.C. cambiaría bastante el color de lo que vamos a comer, haciéndolo poco apetecible.

Otra de las ventajas, es que a misma intensidad aporta mayor cantidad de lumens, generando la percepción de mayor luminosidad.
Otros espacios de la vivienda serían los baños y, despacho o zonas de trabajo o estudio.
En el baño tenemos que tener en cuenta que, en la zona que utilicemos para higiene facial o maquillaje, la luz debería estar más cercana a 5000K o 4000K, con un I.R.C. de 100 o muy cercano a 100, y siempre con iluminación lateral, ya que la cenital endurece las facciones y, por lo tanto, distorsiona el resultado.
No utilizar luz fría en los dormitorios ni en zonas en las que buscamos relajación ya que alteraría nuestros biorritmos impidiendo el descanso.
Si estamos en espacios donde se realizan diferentes actividades se debe combinar ambos tipos de iluminación, utilizando luminarias con luz fría sobre la mesa, auxiliares de lectura con luz fría y el resto del salón con luz cálida.
LA LUZ NEUTRA
La luz neutra, con una temperatura de color de 3500K-4000K, sigue manteniendo nuestros sentidos en estado de alerta, por lo tanto, nuestro cuerpo sigue en máxima coordinación, capacidad de reacción y eficiencia.

Se utilizará en la vivienda en espacios destinados a estudio, trabajo y lectura. Debemos estar muy atentos al I.R.C. de las fuentes de luz. También el baño y el vestidor serían espacios adecuados.
LA LUZ CÁLIDA
La luz cálida, con una temperatura de color de entre 2600K-3400k, equivalente a la luz del atardecer, nos lleva a una mayor relajación y preparación al sueño, comenzando la segregación de melatonina.
La utilizaremos en el salón, la sala de estar, los dormitorios, nunca en la cocina ni en el vestidor, por distorsionar la percepción de los colores.
Debemos tener en cuenta que, la luz artificial obliga al cerebro a esforzarse más en la tarea que vamos a realizar, por lo que, será aconsejable aprovechar al máximo la luz natural.
Las consecuencias de una incorrecta iluminación es la no sincronización de nuestros biorritmos con el exterior produciendo alteraciones en nuestra salud y en nuestro estado de ánimo.
Actualmente, podemos elegir entre una gran cantidad de luminarias que permiten controlar la intensidad de la luz que emiten y cambiar la temperatura de color.
La tecnología CCT (Correlated Color Temperature) permite modificar la temperatura de color según las necesidades de cada momento.
Existen en el mercado equipos como Human Centric Lighting que permiten sincronizar la luz artificial con la luz natural, abordando los efectos no visuales de la luz, los emocionales y los biológicos.




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