INFLUENCIA DE LA ILUMINACIÓN EN NUESTRA SALUD Y BIENESTAR (2)

DISEÑAR CON LA LUZ

EL COLOR DE LA LUZ

La luz del sol varía su temperatura de color dependiendo de la hora del día, de la presencia o ausencia de nubes, de la estación del año y de la situación geográfica en la que nos encontremos.

Horas de luz natural – 21 de junio: 15 h y 1 min – en mi situación geográfica

En la iluminación de un espacio tenemos que tener un especial cuidado en la elección de las fuentes de luz, ya que el color y la intensidad de la luz que producen  tienen un importante efecto en nuestros biorritmos.  Pues, son éstos los factores que regulan nuestros ciclos de día-noche y vigilia-sueño.

Hablamos de tres tipos de luz basándonos en la temperatura de color: luz fría, luz neutra y luz cálida.  Cada una de ellas actúa de manera diferente sobre nuestro cuerpo regulando nuestros biorritmos.

Por eso, dependiendo del uso del espacio a iluminar, tendremos que usar luz cálida, luz neutra o luz fría, o una combinación de ellas, para respetar al máximo nuestro cuerpo y, nuestra percepción de los espacios y objetos.

Vamos a ver, brevemente cada una de ellas, cómo nos afectan y dónde utilizarlas.

LA LUZ FRÍA

La luz fría, con una temperatura de color de entre 5000-6500 grados Kelvin (K), se corresponde con la luz de las primeras horas del día, la que nos provoca una activación generalizada del cuerpo. Por lo que estaría recomendada para espacios en los que se realicen actividades en las que se requiera a una máxima coordinación, mayor capacidad de reacción y mayor eficiencia cardiovascular y muscular.

En una vivienda, uno de esos espacios sería la cocina, ya sea en las zonas de trabajo, bajo armarios, en la iluminación general y sobre la mesa.

Esta iluminación deberá tener un índice de reproducción cromático (I.R.C. o C.R.I.) lo más cercano posible a 100, para una mejor reproducción de los colores, ya que la utilización de luz cálida o de bajo I.R.C. cambiaría bastante el color de lo que vamos a comer, haciéndolo poco apetecible.

Otra de las ventajas, es que a misma intensidad aporta mayor cantidad de lumens, generando la percepción de mayor luminosidad.

Otros espacios de la vivienda serían los baños y, despacho o zonas  de trabajo o estudio.

En el baño tenemos que tener en cuenta que, en la zona que  utilicemos para higiene facial o maquillaje, la luz debería estar más cercana a 5000K o 4000K, con un I.R.C. de 100 o muy cercano a 100, y siempre con iluminación lateral, ya que la cenital endurece las facciones y, por lo tanto, distorsiona el resultado.

No utilizar luz fría en los dormitorios ni en zonas en las que buscamos relajación ya que alteraría nuestros biorritmos impidiendo el descanso.

Si estamos en espacios donde se realizan diferentes actividades se debe combinar ambos tipos de iluminación, utilizando luminarias con luz fría sobre la mesa, auxiliares de lectura con luz fría y el resto del salón con luz cálida.

LA LUZ NEUTRA

La luz neutra, con una temperatura de color de 3500K-4000K, sigue manteniendo nuestros sentidos en estado de alerta, por lo tanto, nuestro cuerpo sigue en máxima coordinación, capacidad de reacción y eficiencia.

Se utilizará en la vivienda en espacios destinados a estudio, trabajo y lectura. Debemos estar muy atentos al I.R.C. de las fuentes de luz. También el baño y el vestidor serían espacios adecuados. 

LA LUZ CÁLIDA

La luz cálida, con una temperatura de color de entre 2600K-3400k, equivalente a la luz del atardecer, nos lleva a una mayor relajación y preparación al sueño, comenzando la segregación de melatonina.

La utilizaremos en el salón, la sala de estar, los dormitorios, nunca en la cocina ni en el vestidor, por distorsionar la percepción de los colores.

Debemos tener en cuenta que, la luz artificial obliga al cerebro a esforzarse más en la tarea que vamos a realizar, por lo que, será aconsejable aprovechar al máximo la luz natural.

Las consecuencias de una incorrecta iluminación es la no sincronización de nuestros biorritmos con el exterior produciendo alteraciones en nuestra salud y en nuestro estado de ánimo.

Actualmente, podemos elegir entre una gran cantidad de luminarias que permiten controlar la intensidad de la luz que emiten y cambiar la temperatura de color.

La tecnología CCT (Correlated Color Temperature) permite modificar la temperatura de color según las necesidades de cada momento.

Existen en el mercado equipos como Human Centric Lighting que  permiten sincronizar la luz artificial con la luz natural, abordando los efectos no visuales de la luz, los emocionales y los biológicos.

DISEÑAR PARA LA DIVERSIDAD

ARQUITECTURA PARA PERSONAS CON CAPACIDADES  FUNCIONALES DIVERSAS

En una vivienda se contiene buena parte de nuestra vida, por ella  desarrollamos un sentido de permanencia al barrio,  a nuestro pueblo o  ciudad, que junto con la convivencia con los vecinos, forma parte de nuestros recuerdos. Recordamos sus colores, los olores, nuestra infancia, las celebraciones…

La vivienda, el hogar de una persona o de una familia, debería ser cómoda y saludable. Ser lugar de tranquilidad, seguridad y protección.  El lugar donde disfrutar de la soledad o donde recibir a familiares y amigos, según se quiera o convenga.

Pero, no todas las personas pueden disfrutar de la misma comodidad y seguridad.  Algunas personas, ya sea por discapacidad congénita o adquirida o, simplemente por el propio proceso de envejecimiento, no se sienten cómodas, ni seguras y protegidas en su propia casa. Sufren incomodidades diarias por carecer de la necesaria autonomía, teniendo que depender de un familiar o cuidador para poder hacer el mayor número de actividades.

Cuando la construcción de viviendas se convierte en negocio, éstas se construyen en búsqueda del mayor margen de beneficio (teniendo en cuenta todos los costes computables: coste del suelo, precio de los materiales, de la propia construcción, las instalaciones –que se van incrementando según los avances tecnológicos y normativos-, etc. También afecta la competencia, el ajuste de los plazos de ejecución y la reducción de precios de venta),  por lo que se realiza el diseño para un cliente ideal. 

Las viviendas no se adaptan a las necesidades de las personas con diversidad funcional, por lo que son éstas, las que además de comprar una vivienda, la tienen que adaptar según sus necesidades, aumentado el precio final, siendo ellos precisamente, los que suelen carecer de recursos económicos para ello.

La nueva normativa obliga a adaptar los accesos a zonas comunes y, se construyen algunas viviendas que denominan adaptadas, pero la adaptación, en ambos casos, se limita a estándares de personas con movilidad reducida.  Pero, no todos tenemos las mismas necesidades y, se olvidan de las personas que tienen otras discapacidades.

El diseño para todos en la arquitectura, debería desarrollar las soluciones más adecuadas a las necesidades de los potenciales usuarios, atendiendo a las diversas capacidades funcionales o cognitivas, para que las personas se puedan desarrollar, física y emocionalmente, con la mayor dignidad y normalidad posible.

Un mal diseño perjudica, limita y discrimina a las personas que presentan algún tipo de capacidad limitada.  Conocer y entender las diferentes capacidades y, por lo tanto, las limitaciones, es indispensable para mejorar el diseño de las viviendas.

Las personas con movilidad reducida, necesitan disponer de superficies mayores que faciliten su día a día, para, independientemente de las capacidades particulares de movimiento, y sin esfuerzos innecesarios, poder realizar el máximo de actividades de manera autónoma.  Para diseñar su cocina y su baño, pasillos, armarios… será inexcusable adoptar todas las medidas necesarias que favorezcan el uso y la comodidad. 

Un buen diseño, también puede favorecer la vida de las personas con pérdida de visión, con pérdida auditiva o, pérdida de capacidad cognitiva. Sería aconsejable, que algunas de estas medidas genéricas, se tuvieran en cuenta en la construcción de nuevas viviendas y, de esta manera, favorecer a todos, ya que el paso de los años no perdona a nadie.

Facilitar las soluciones adecuadas a las necesidades de los usuarios

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible también implican al sector de la construcción

En los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030) desarrollados por Naciones Unidas, se plantea en el Objetivo 3: Garantizar la vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.

Y en el Objetivo 11: Lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

Visto así, es muy genérico, como todos los ODS.  Pero si entramos en las medidas específicas, cuando habla de prevención y promover el bienestar, desde el diseño de viviendas y otras edificaciones, sí podemos y, debemos, plantearnos como objetivos conseguir no sólo viviendas bonitas, sino también que éstas sean sanas, es decir, que guarden la salud de sus ocupantes y,  procuren su bienestar, que sean seguras y sostenibles.

Se considera que existen 4 pilares que sostienen el bienestar en una persona:

  • Emocional – salud mental
  • Físico – ejercicio – descanso
  • Nutricional – dieta adecuada y equilibrada
  • Espacial – accesibilidad, movilidad y seguridad

Si pasamos más del 80% de nuestro tiempo en espacios construidos, lo lógico sería pensar que estos espacios estuvieran diseñados para que no dañaran nuestra salud ni nuestro bienestar físico ni psíquico. En la medida en que mejoramos los espacios construidos conseguimos mejoras importantes en nuestro bienestar físico, mental y emocional, es una relación directa.

Para conseguir edificios saludables es necesario tener en cuenta una serie de parámetros de calidad, como son:

1.-  El diseño de la vivienda y su entorno. Pensar, repensar y volver a pensar su diseño, para adecuarlo a las necesidades funcionales, organizativas y estéticas de las personas que vayan a habitar en ella, teniendo en cuenta su ubicación, los conceptos de buen diseño, con buena relación interior-exterior y, con contacto con la naturaleza.

2.- Construir edificios seguros y accesibles, con materiales saludables y sostenibles, dotándolos de protección contra riesgos. Dotándolos de un buen aislamiento que garantice el confort térmico minimizando el gasto de energía, y asegurar el confort acústico.

3.- Para la consecución de una buena calidad del aire interior será necesaria una correcta ventilación de la vivienda.  La elección de los materiales y acabados deberá ser meticulosa, por su aportación de gases orgánicos (COV), gases inorgánicos – monóxido de carbono (CO), ozono (O3) materia particulada y gas radón; exposición al amianto y plomo.

4.-  La luz influye sobre los estados de ánimo.  Se tendrá en cuenta la cantidad y calidad de la luz, tanto la natural como la artificial, ya que afecta a nuestro estado de alerta, pudiendo alterar los ritmos circadianos y dificultar el descanso, llegando a alterar la salud.

5.-  La instalación de agua potable deberá tener sistemas de consumo eficiente. Se realizará el mantenimiento adecuado de la misma, para que se conserve de calidad del agua suministrada, con el objetivo de evitar enfermedades.

Cuando el objetivo es la salud y el bienestar en edificios, también se busca reducir la huella ambiental y conseguir la mayor eficiencia energética, ya que no se entiende un edificio saludable si no es sostenible. 

ELECCIÓN DE LOS ACABADOS DEL PROYECTO

Tal vez, la fase más complicada en la realización de un proyecto de diseño de interiores sea la toma de decisiones, en lo que a materiales y acabados, se refiere.

Aunque se presente una propuesta clara, muchas veces, el cliente entra en una especie de espiral de emociones que van, desde las exigencias muchas veces desmedidas, pasando por ansiedad, temor y bloqueo, que llevan a frustraciones y prolongación de procesos.

Para no tener que pasar por todas estas emociones, mi función es trabajar con el cliente para conocer sus necesidades y su personalidad; preseleccionar, informar y aconsejar pero, la última decisión, siempre la va a tomar el cliente.

Indiscutiblemente, en la elección de los materiales existe un componente estético, pero es necesario, tener en cuenta otros parámetros como su función, su uso y su coste económico, así como también, sus componentes por su influencia en nuestra salud y, su impacto en el medio ambiente. 

Además se tendrá que considerar:

Según la finalidad del espacio – el nivel de tráfico, su desgaste, el uso del área, las condiciones de su limpieza, exposición, difusión de la luz y, la repercusión en el estado de ánimo de las personas. Sopesar la necesidad de que el material tenga otras cualidades, como si es antideslizante, anti-adherente e impermeable.

Otros factores a tener en cuenta son la procedencia, durabilidad y, reciclabilidad.

Se valorará si los sistemas de instalación son adecuados al material, con el fin de evitar errores y, por lo tanto, elevar innecesariamente los costes del proyecto. Considerar elementos como cubrejuntas, cantos, molduras, manillas, que sean adecuados para facilitar la limpieza, evitar accidentes, facilitar movimientos.

En un hogar, es fundamental, mantener una adecuada calidad del aire. Los gases que desprenden los materiales pueden afectar a la salud a corto y a largo plazo. Materiales de construcción, pinturas, barnices, lacas, mobiliario, productos de limpieza, adhesivos… contribuyen a empeorar la calidad del aire interior. Las concentraciones de estos compuestos orgánicos volátiles (COV) pueden ser más altos en interiores que en el exterior.

La mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico y bioaerosoles, provocan el síndrome del edificio enfermo.

La Organización Mundial de la Salud lo define como un conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en los espacios cerrados.

Sintomatología:

  • Irritaciones de ojos, nariz y garganta.
  • Sensación de sequedad en membranas, mucosas y piel.
  • Ronquera, respiración dificultosa, eritemas y comezón.
  • Hipersensibilidades inespecíficas, náuseas, mareos y vértigo.
  • Dolor de cabeza, fatiga mental, elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfriados.

En ciertos edificios se pueden potenciar algunas enfermedades comunes del individuo, tales como, sinusitis y algunos tipos de eczemas.

En el informe referente a la relación «Contaminación del aire de interiores y salud» la Organización Mundial de la Salud afirma que:

  • Más del 50% de las muertes por neumonía en menores de 5 años son causadas por partículas inhaladas en interiores con aire contaminado.
  • Más de 4 millones de personas mueren al año prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire de los hogares como consecuencia del uso de combustibles sólidos para cocinar.

En el informe «Contaminación del aire de interiores y la energía doméstica», la Organización Mundial de la Salud afirma que: «Anualmente, 3,8 millones de personas mueren prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire interior causada por el uso de combustibles sólidos ineficientes (datos de 2012) para cocinar.

Entre esas defunciones:

  • 27% se deben a neumonía
  • 18% a accidente cerebrovascular
  • 27% a cardiopatía isquémica
  • 20% a neumopatía obstructiva crónica, y
  • 8% a cáncer de pulmón.

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/household-air-pollution-and-health

¿Qué podemos hacer los diseñadores de interiores ante esta situación?

  • Diseñar los edificios de acuerdo con los estándares de salud y bienestar y, la sostenibilidad del medio ambiente.
  • Asesorar y escoger materiales respetuosos con la salud de los usuarios y el medio ambiente, haciendo hincapié en las consecuencias que va a tener la elección de un material.